A finales de octubre y principios de noviembre, otros 32 presos de Ventas fueron asesinados por el mismo método –con falsas órdenes de traslado al penal de Chinchilla- en el cementerio de Aravaca, entre ellos el intelectual conservador Ramiro de Maeztu Whitney y el fundador del movimiento nacionalsindicalista Ramiro Ledesma Ramos. Con la “prisión habilitada” superpoblada de reclusos –unos mil quinientos, tras el desalojo de la Prisión Modelo a mediados de noviembre por su cercanía al frente de guerra- se sucedieron varias “sacas” colectivas más, lo que originó la protesta del Cuerpo Diplomático de Madrid. La última tuvo lugar el 3 de diciembre de 1936, vísperas del retorno del cenetista Melchor Rodríguez García en el cargo de inspector o delegado especial de la Dirección General de Prisiones. Se calcula que unos doscientos presos varones fueron asesinados en las llamadas “sacas” de Ventas de 1936.
Durante todo este tiempo, las mujeres fueron evacuadas del edificio de Ventas y trasladadas al convento de las Capuchinas de la plaza del Conde de Toreno. Con las sucesivas detenciones, a finales de septiembre se llegó a alcanzar la cifra de 1.500 encarceladas, un número nunca visto de presas. A mediados de noviembre, debido a la cercanía del edificio al frente de combate, las presas -por entonces más de un millar- fueron trasladadas al asilo de San Rafael, al final de la calle de Serrano.
El retorno de las mujeres al edificio de Ventas, ya vaciado de reclusos varones, se produjo el 26 de marzo de 1937. Por entonces, varios centenares de presas habían sido trasladadas a la prisión provincial de Valencia y al Campamento de prisioneros de Alacuás. Este tipo de traslados, que continuarían produciéndose desde Ventas, estaban reservados principalmente para mujeres que habían sido detenidas simplemente por su parentesco con elementos antirrepublicanos, en calidad de rehenes y con posibilidad de canje posterior. Esos fueron los casos de Luisa Mata, madre del general Aranda; Rosario Queipo de Llano, hermana del general; las hermanas Pilar y María Millán Astray, hermanas del fundador de la Legión; Pilar Jaraiz Franco -sobrina del general Franco-, con su hijo recién nacido; o Amelia Azarola, viuda del falangista Julio Ruiz de Alda.
Documental Memòries del campament de presoneres d’Alaquas, de Lola Alfonso Nogueron (2016)